Erguida entre la falsedad
con los pies apresados,
la soledad me encuentra
y todos miran sin verme.
El viento agita mis bordes
mas no puedo moverme.
El deseo que invade mis venas
produce un abismo en mis grietas.
Mi deseo es arrancar
cansada anhelo libertad.
Y estoy aquí sometida,
enterrada sin lealtad.
Cadenas invisibles cuelgan de mis piernas
no las puedo quitar.
De todo lanzan a mis pies
inmundicia, suciedad.
Mírame, por favor
no me dejes morir.
Mis entrañas gritan
alto, fuerte y con dolor.
Soy lo verde,
soy lo suave,
soy aquello que se mueve
con el viento, tambaleante.
Hombre déjame, libérame.
Soy la madre naturaleza
pidiendo compasión
por vez primera.
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